Me llamo Gustavo y hace unos años, cuando tenía 24 años de edad intenté probar algo nuevo en mi vida.
Era un hombre atractivo, de 1,80m de altura, un excelente estado físico y exitoso con las mujeres. Pero a pesar de que tenía a casi todas las mujeres que pretendía, era fanático de las películas pornográficas y me la pasaba viéndolas. Me gustaba imitar las poses con las mujeres que yo estaba e intentaba comparar mi miembro con el de los actores. Pues, por tanto comparar descubrí que no venía nada mal en cuanto a mi dotación, si bien no era tan dotado como las máximas estrellas porno, no me quedaba atrás. Comencé a preguntarles a todas las minas con quien me acostaba, sobre el tamaño de mi miembro y la mayoría coincidía que era la más grande que habían tenido. Entonces, perdidos mis prejuicios decidí presentarme en una productora de películas pornográficas para cumplir mi fantasía.
Llegué a la dirección que había averiguado por internet, toqué timbre y me abrieron la puerta electrónicamente. Subí unas escaleras que terminaban en una sola puerta, la que golpee y luego de unos pocos segundos se abrió. Un hombre de aproximadamente 50 años me invitó a pasar al departamento, que para mi sorpresa era de grandes proporciones y estaba amueblado con muebles de diseño moderno. La primera impresión era prometedora y me tranquilizó gratamente, ya que parecía un lugar serio.- Hola, mi nombre es Jorge, soy el dueño del estudio y director de las películas.- se presentó el hombre.
- Hola, yo soy Gustavo.
- Un gusto pibe. Te cuento que casi todas las películas las firmamos en este y en otros tres departamentos que tengo. Ahora estoy buscando muchachos para una película que voy a firmar la semana que viene en este departamento y solo me falta uno.
- Yo estoy dispuesto a ser un actor porno, quiero experimentarlo.- dije.
- Momento, momento, no te apresures. Tenemos que hacer el casting primero. Veo que físicamente estás muy bien, pero quiero ver lo que cargas.- me dijo.
- Ok, me tengo que poner en bolas?
- Si, pero para que te tengo que filmar.
El director fue me llevó a otro cuarto y frente a una pared en blanco me indicó que me desnude, mientras me empezó a hacer algunas preguntas.
- Che, sos hetero o gay?- me preguntó.
- Heterosexual, solo eso.
- Ok, te va el sexo anal?
- Si, me encanta.- respondí.
- Muy bien, tenés problemas en hacer doble penetración con otros tipos?
- Nunca lo hice, pero me encantaría.
- Y si hay tipos más dotados que vos, te da vergüenza o todo bien?
- Creo que va a estar todo bien, igual yo soy bastante dotado.- contesté un poco agrandado.
- Ok, muy bien! Me gusta que te tengas confianza. Bueno, ponela dura.- me dijo.
Me masturbé hasta que se puso bien dura y poder exhibírsela al tipo, mostrando orgullo.
- Muy bien pibe, creo que vas a andar bien. Una cosa más…- dijo.
- Que?
- Date vuelta que quiero ver tu cola.- me ordenó.
Di la vuelta y me quedé de espaldas al viejo.
- Muy buena cola, excelente. Tengo una estrella acá.- dijo el viejo.
- Buena cola?- pregunté extrañado.
- Es para la cámara man, nos vemos el martes?
Así concreté para volver el martes de la semana siguiente. Días que me parecieron eternos, estaba todo el tiempo excitado, pero no quería masturbarme y no lo puedo creer, pero me aguanté sin hacerlo.
Llegado el martes, llegué al departamento de Jorge, donde ya estaban filmando una escena en uno de los cuartos. Se escuchaba a una mujer gritar y gemir como desaforada. Mientras esperaba Jorge me presentó a otros dos hombres, Julio y Cosme, los cuales compartirían escena con migo. Dos hombres mayores que yo, con alrededor de 40años de edad, corpulentos los dos, pero con prominente barriga en contraste con mi físico atlético y armonioso. A pesar de que me dieron un poco de miedo, nos pusimos a charlar y se mostraron muy simpáticos.
- Vos sos Gustavo? El debutante? Yo soy Julio y el es Cosme.- dijo uno de ellos.
- Estas asustado? No te preocupes.- agregó Cosme.
- Un poco asustado, tengo miedo de que no se me pare.- les dije.
- Vas a ver que se te pone como un garrote pibe. Vos relájate y listo, mejor dicho, relájate y goza.- me dijo Julio.
Mientras conversábamos, sale una chica del otro cuarto, envuelta en una toalla y se mete en el cuarto de baño. Detrás aparece Jorge que dice…
- Muchachos Marian nos falló, vamos a tener que hacer la escena con Madeleine. Hay algún problema?- preguntó.
- No, para nada.- responde Julio.
- Todo ok. Pibe, no sabes el culo que tiene esta.- me dice Cosme.
- Y vos nene? Que decis?- me pregunta Jorge.
- Creo que está bien, si ellos lo dicen.- respondo, sin saber bien que.
Unos 20 minutos después, los tres hombres entramos al set de filmación y para mi sorpresa, en la cama estaba Madeleine, que era un travesti. Yo me quedé inmóvil, solo una vez había estado con un travesti y lo único que había hecho era dejarme chupar la verga.
- Cosme, es un trava.- le susurro al oído.
- Sí, pero que tiene, le damos igual, mirá que culo.- me dice.
- Nene, ahora ya le dijiste a Jorge que sí, no te vas a echar a atrás.- agrega Julio.
Ellos se empezaron a desnudar y yo no tuve más remedio que hacer lo mismo, pero con una vergüenza que me invadía. Para colmo, mis dos compañeros no tardaron en empalmar sus miembros, los que superaban ampliamente en tamaño al mío. Nunca había visto una pija más grande que la mía frente a mí, pero además estas eran enormes, me hacían sentir humillado y disminuido frente a ellas. Mis orgullosos 19 x 5 cm, no podían competir con los aproximadamente 23 x 7 cm de Julio y los 20 x casi 9 cm de Cosme.
Por más que intentaba, no podía endurecer mi verga, pero ellos ya estaban a full, por lo que Jorge les indicó que entren en escena. Sin piedad los dos empezaron a penetrar al trava, yo al verlos coger como salvajes, me excité tremendamente y entré en escena con ellos.
Madeleine me comenzó a chupar la verga, mientras Julio la penetraba. Luego Cosme se puso boca arriba y el travesti se sentó en su pija comiéndosela con su agujero, fue cuando Jorge me indicó que penetre el ano del trava para hacer un doble anal. Introduje mi verga durísima en el hoyo, junto a la verga de Cosme y con migo arriba, los dos bombeamos con fuerza dentro de ese ano. Nunca había penetrado un ano con otro hombre, sentir el roce en mi pija, de esa enorme y dura verga me estaba haciendo llegar a las nubes del placer.
Pero de un sacudón a mi ser, todo cambió. Sin previo aviso, mientras penetraba el ano del travesti, sentí algo en mi cola, algo que se hacía paso en mi ano y que no pude impedir. El dolor fue indescriptible y cuando quise gritar, unas enormes manos taparon mi boca impidiéndomelo. Miré hacia atrás y estaba Julio montando mi trasero. Recordé la enorme verga que él tenía y el dolor se hizo consiente, me estaban violando ahora lo sabía. Volví a mirar hacia adelante, pero ahora no estaba penetrando a nadie, el travesti y Cosme ya no estaban, solo era yo indefenso en cuatro patas. Mientras Julio me penetraba con cada vez más facilidad, me encintaron la boca y maniataron mis brazos a la espalda. Luego Julio dejó de penetrarme y quedé en la cama inmovilizado a merced de estos hombres.
- Muy bien, ahora estamos listos para empezar.- dijo Jorge.
- Ok, primero entro yo y luego Cosme.- dijo Julio.
- Exacto, primero te lo coges vos y luego se lo coge Cosme, mientras te la chupa a vos, luego los dos acaban en la boca del pibe y este finaliza chupándoles las pijas.- dice Jorge.
- Pero, estás seguro que va a hacer todo eso?- pregunta Julio.
- No te preocupes.- finaliza Jorge.
Cuando se escuchó “acción”; Julio se abalanzó hacia mí como un toro y comenzó a penetrarme con fuerza. El dolor que sentía era tremendo, pero al mismo tiempo sentía un cosquilleo en el recto, que poco a poco se fue incrementando, hasta que me empezó a gustar y mi verga se puso dura como nunca antes. Jorge, le indicó a Cosme que era su turno, entonces Julio salió para dejarle paso. Si bien, en un primer momento sentí dolor, rápidamente empecé a gozar que me penetrara semejante pedazo de carne, que mis gestos y expresiones hicieron evidente. Entonces me sacaron la cinta de la boca y me prendí como a una mamadera a la verga de Julio, mientras Cosme me gozaba la cola como loco. Unos segundos más y experimenté el más increíble orgasmo de mi vida, los chorros de leche que salían de mi pija no paraban de brotar, sin ni siquiera que yo la toque. Luego Cosme salió de mi ano, me hicieron poner de rodillas y los dos hombres descargaron todo su esperma en mi boca, el cual me tragué sin dudarlo, para luego lamer con pasión esas enormes pijas, hasta dejarlas limpias.
- “Corte”, se imprime.- dijo Jorge.
En ese momento volví a mí, me di cuenta que había experimentado el mejor sexo de mi vida, pero homosexual y además estaba grabado para una película porno.
- Desaten al pibe che, que debe estar muy cansado. Te gustó Gustavito?- me dijo Jorge.
- Me encantó. Te parece que voy a tener futuro?- respondí.
Ese fue mi comienzo como actor pornográfico, de más está decir que de películas gay. De inmediato me transformé en una reconocida estrella en el medio, ese mismo año gané los premios a mejor trío, mejor cola y revelación.
Espero que les allá gustado, es un relato puramente fantasioso. Por más que narre esta situación de manera erótica, no estoy de acuerdo con el abuso y la violencia, sin consentimiento.
Fuente relatos Márquez
Las ilustraciones que se pudiesen presentar no es de acuerdo al relato son meramente ilustrativos
publicidad
No hay comentarios:
Publicar un comentario